Aunque, antes de la mezcla, hubo que dar unos retoques y, entonces, llamamos a Picaso. Había que crear toques marítimos y celestes, para levitar con mucho gusto. Oigo campanillas y arrullos extáticos en esta grabación, amigo Manu. Que la música nos siga acompañando. ¡Olé!
No hay comentarios:
Publicar un comentario